Mentre en Felip Puig va més enllà de la llei, en un dels pobles oprimits que ens acompanya en la lluita un militat comunista, feminista, internacionalista, independentista basc ha escrit un text molt interessant i sobretot útil per a nosaltres en la situació en la que ens trobem. Iñaki Gil de San Vicente al seu “Clase, estado y revolución” de març de 2012, molt recomanable i disponible a la xarxa (http://www.lahaine.org/index.php?p=60247) ens recorda la importància de convèncer les classes mitjanes, ja que en definitiva elles faran decantar la balança. En diverses revolucions anteriors la petita burgesia es va creure inicialment les mentides de l’opressor (a París al 1848 i a Rússia 1905), l’opressor va trair posteriorment aquestes classes mitjanes i quan més tard van tenir l’oportunitat de posar-se al costat de la resta poble oprimit van fer-ho (a París 1871 i a Rússia 1917).
(...) Criticando a Proudhon, Marx escribe: «En una sociedad avanzada el pequeño burgués se hace necesariamente, en virtud de su posición, socialista de una parte y economista de la otra, es decir, se siente deslumbrado por la magnificencia de la gran burguesía y siente compasión por los dolores del pueblo. Es al mismo tiempo burgués y pueblo. En su fuero interno se jacta de ser imparcial, de haber encontrado el justo equilibrio, que proclama diferente del término medio. Ese pequeño burgués diviniza la contradicción, porque la contradicción es el fondo de su ser. No es más que la contradicción social en acción. Debe justificar teóricamente lo que él mismo es en la práctica [...] la pequeña burguesía será parte integrante de todas las revoluciones sociales que han se suceder».
(...) Pero además de estas razones, Marx añade otra fundamental consistente en la sabiduría de la clase dominante para reforzar su poder integrando a sectores de las clases explotadas para volverlas contra su propia clase: «una clase dominante es tanto más fuerte y más peligrosa en su dominación cuanto más capaz es de asimilar a los hombres más importantes de las clases dominadas».
(...) Hay que tener en cuenta esta realidad estructurante, la opresión nacional, para comprender en su pleno sentido las siguientes palabras de Mao escritas en 1948, antes de la victoria revolucionaria:
«La revolución china en su etapa actual es, por su carácter, una revolución de las amplias masas populares, dirigida por el proletariado, contra el imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático. Por amplias masas populares se entiende a todos los que son oprimidos, perjudicados o sojuzgados [...] a saber: los obreros, campesinos, soldados, intelectuales, hombres de negocios y demás patriotas, como se indica claramente en el Manifiesto del Ejército Popular de Liberación de China [...] “intelectuales” se refiere a todos los intelectuales perseguidos y sojuzgados; “hombres de negocio”, a toda la burguesía nacional perseguida y restringida, esto es, la burguesía media y pequeña; y “demás patriotas”, principalmente a los shenshi sensatos. La revolución china en la etapa actual es una revolución en la cual todos los arriba mencionados se unen para formar un frente único contra el imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático, y en la cual el pueblo trabajador constituye el cuerpo principal. Por pueblo trabajador se quiere decir todos los trabajadores manuales (los obreros, campesinos, artesanos, etc.) y los trabajadores intelectuales que, por su condición, están próximos a los primeros y que no son explotadores, sino víctimas de la explotación».
La nostra feina va en direcció contrària a la d’en Puig; la burgesia vol aïllar els elements més conscients, separar els revolucionaris del poble. Cal fer propaganda total, una propaganda que el nostre poble pugui comprendre, per això cal mesurar el pols d’aquest en la pràctica. Cal guanyar-nos la classe mitjana a tota costa. Que la repressió no ens faci oblidar quina és la contradicció principal que abordem, les reivindicacions polítiques i econòmiques que afecten al conjunt dels assalariats: les retallades i privatitzacions a la sanitat i ensenyament, desnonaments, atur, pujada de taxes...